PERSONA QUE TRABAJA, LE QUIEREN EXPLOTAR: JORNADAS DE 12 HORAS
- Luis Fonsagui

- Oct 28
- 3 min read

¿La vida es para trabajar o se trabaja para vivir? Este 7 de julio inició en la Asamblea Legislativa la discusión del proyecto de ley para la explotación laboral, conocido popularmente como proyecto de jornadas 4x3. Y aunque muchos medios han decidido dejar pasar por alto la discusión, si usted es una persona y trabaja, esto le interesa.
La lista de mentiras y afirmaciones difusas sobre este proyecto es amplia. Sin embargo, para darse cuenta de esas mentiras no hace falta más que ser una persona y tener un trabajo. La dinámica del espacio de trabajo es de naturaleza jerárquica y de dependencia. Es decir, no es que la vida se trate de trabajar, sino que uno trabaja y así vive, o sobrevive. De esa forma, si usted es una persona que trabaja en un Call Center, con llamadas que entran desde Estados Unidos cada 2 minutos, usted sabe que no está ahí porque le apasiona el servicio al cliente. Sabe además que está ahí porque necesita el trabajo. Lo mismo si trabaja en una zona franca, o sea, en una fábrica, en la línea de producción: sabe qué pasa si usted nunca se anota para hacer horas extra. Si usted es una persona que trabaja y quiere saber cómo va a ser la transición a las jornadas de explotación, no hace falta que intente imaginárselo. Pregúntese: ¿cómo es ahora? ¿Qué tan bien manejan sus jefes el rechazo? Pregúntese: ¿alguna vez, en su trabajo, ha terminado haciendo algo que no quería hacer y que no le toca hacer a usted? El proyecto de jornadas de 12 horas no es un cambio en el mundo, sino el mismo mundo, pero trabajando 12 horas.
Por eso es importante la pregunta: ¿La vida es para trabajar o se trabaja para vivir? La vida que usted quiere ¿se trata de despertarse a las 4 de la mañana, alistarse, durar hora y media en el bus de camino, trabajar 12 horas, salir, durar hora y media de camino otra vez? Llegar a la casa luego de 15 horas puestas en el trabajo (incluyendo el tiempo de transporte, que no se lo pagan). Dormir. Despertarse a las 4 de la mañana… Y así por 4 días, sin horas extra, sin consideraciones. Se trata de convertirse en máquina al menos cuatro días por semana.
Y si acaso usted quisiera estudiar, ¿cuándo va a ser? Pregúntese, persona que trabaja: ¿usted puede acceder a sus días de vacaciones cuando le da la gana? Pregúntese si le hacen mala cara cuando usted pide vacaciones. ¿Cuándo va a estudiar, si sus días libres son solo sábado, domingo y lunes? ¿Cuándo va a pasar tiempo con sus hijos?
Pregúntese más cosas, persona que trabaja. Decía Séneca, el afamado senador romano, que aquel a quien beneficia un crimen es quien lo cometió. ¿A quién benefician las jornadas de explotación y cómo se vería este proyecto si fuera para usted?
Este es un proyecto de ley cuyo principal objetivo no es cambiar la jornada laboral. El principal objetivo de este proyecto es disminuir los costos de producción. Por eso, la jornada laboral hoy es de 48 horas a la semana, y con las jornadas de explotación laboral aprobadas, la jornada laboral será de 48 horas a la semana. Usted entonces no va a tener más tiempo libre. No hace falta mucha mente para saber que 48 y 48 son la misma cosa.
¿A quién beneficia? Si 8 por 3 son 24, y 12 por 2 son 24, la aprobación de la jornada de explotación va a provocar que donde antes trabajaban 3, ahora trabajen 2, cubriendo la producción por el mismo tiempo. Así, se reduce el gasto para los empresarios, y ¿quién paga ese ahorrito? Usted, con su tiempo de vida, persona que trabaja.
Además de esto, es importante señalar cómo el proyecto de jornadas extenuantes afecta y disminuye el empleo. Para entender por qué esto es así, podemos recurrir a una herramienta sencilla: la ley de oferta y demanda. Y es que el mercado de trabajo funciona exactamente así, como un mercado. Cuando la oferta aumenta y no hay cambios en la demanda, el precio de la persona trabajadora baja. Cuando la oferta disminuye y no hay cambios en la demanda, el precio de la persona trabajadora sube. Es decir, el salario. De esto es fácil inducir que a las personas que les conviene aprobar las jornadas de explotación no tienen interés en disminuir el desempleo, porque la disminución del desempleo para ellos significa aumentos en el costo de producción.
Pero, ¿qué pasa si hay menos trabajo disponible? Sencillo. Hay menos posibilidades de elegir. Este proyecto no aumenta el salario de las personas trabajadoras, no aumenta el tiempo de descanso, no mejora las condiciones de trabajo, no mejora la inspección laboral, ignora que las personas trabajadoras cuidan a sus hijos y mayores todos los días. Entonces, ¿a quién beneficia?

















